Lo que entendí de la hermenéutica y
fenomenología
De todos
los conceptos que hemos visto en esta clase hasta ahora, me ha costado más
diferenciar los términos hermenéutica
y fenomenología. De lo
que entendí después de haber discutido sobre ellos en la anterior clase, puedo
decir que la fenomenología es todo lo que aparece dentro de nuestra propia
consciencia; lo que quiere decir es que todas las realidades tienen lugar
dentro de la consciencia. Es decir que
cada interpretación de la realidad es un fenómeno. Por eso se le llama fenomenología. En cambio, la
hermenéutica es el método que se usa
para interpretar cada fenómeno. De lo
que argumenta Gadamer, es una teoría que habla de la búsqueda de la
verdad. Sin embargo, no es posible
encontrar esta verdad porque no se puede conocer sin prejuicios. Entonces, no es posible conocer la verdad,
sino solo los prejuicios. Si entiendo
bien, la hermenéutica sería entonces
la manera en que se interpreta o se busca el significado en un texto a través de
los conocimientos previos de uno.
Análisis Fenomenológico - "Ahogados en los días" por Dávila Andrade
Primer Paso: Descripción detallada de lo que pensaba y sentía mientras leía el cuento (Les subo las fotos de las hojas en caso de que quieren ver.)
Segundo paso: Resaltar el análisis que se encuentra dentro del trabajo hecho en el primer paso.
- Las personas valoran muchas cosas materiales y un aspecto físico bonito; no les gusta estar en la presencia de alguien que no tiene muchas cosas materiales o que no tiene un aspecto físico bonito. (símbolo diabólico)
- Ahogarse en este cuento no quiere decir ahogarse de verdad. Más se refiere a un agotamiento de la vida. No es posible ahogarse en lugar tan árido como está descrito en el cuento.
- La calidad de las personas es cada vez peor. Hay mucha confusión de lo que creen las personas. No se llegan nunca a conclusiones concretos.
- Uno no siempre recibe lo que se merece.
- La fama no dura para siempre. Las cosas y riquezas no duran para siempre.
- Ya no hay esperanza para los humanos. Todos viven como esclavos, ahogados en los días sin tener forma de escapar.
- La religión no es tan salvador como la gente piensa.
- El deseo es lo que hace que las personas se ahoguen más. La verdadera felicidad viene cuando no hay deseo.
Al leer el cuento “Ahogados en los días” por Dávila Andrade, se me ocurría muchos temas mientras leía. Primero, el título es bastante idiomático y da la sensación de que los días son pesados y que cada vez son aun más pesados, casi como si estuviera posible ahogarse en ellos. Pero, ¿qué es lo que les hacen tan pesados? ¿Es el aire? No creo que pueda ser el aire o el clima que hace que los días sean pesados en este cuento porque se entiende que es un lugar árido; simplemente no es posible ahogarse en un lugar árido. La palabra ahogarse, si no está usada en su sentido común, tiene un sentido metafórico o figurativo. Los días se ahogan a la gente, les agobian, les hacen ser más débiles, más atrapados dentro de un esquema creado por ellos mismos, sin escape. Cada vez les faltan más cosas… no es suficiente.
Peor para las personas que no tienen nada; no tienen importancia ninguna. Ni para las personas que respiran y apestan de un aire diabólico. Éstos son los más atrapados de todos. Valoran demasiado las cosas materiales y un aspecto físico acogedor. No les gusta estar en la presencia de alguien que carece de esta apariencia atractiva y cosas materiales de estatus. Como la señora que tenía una nariz que parecía de cuervo; se huyó de su presencia el rato que escuchó los gritos del Bachiller y se iba acercándose a la iglesia.
Es
aquí donde el narrador se encuentra con el Bachiller; es feo en todo sentido,
pero tiene un discurso interesante y distinto.
Hasta su carácter al comienzo es un poco insoportable, pero se presenta
formalmente al narrador, lo que le da cierto sentido de respecto. No pudo haber estado ahogándose de verdad
porque están en un lugar demasiado árido.
El narrador se queda con esta duda.
De lo que dice el Bachiller, me parece que interpreta este término de
ahogarse como un agotamiento de la vida, de todos los días acumulativos, cada
vez más pesados, ¿de cuál otra forma se podría alguien ahogarse en este
lugar? El bachiller, que ha vivido 100
vidas, y ha sido testigo de que la calidad de las personas se ha ido
empeorándose con cada uno de ellas. Ya
no saben qué mismo es lo que creen, ya no hay conclusiones concretas de su
parte. Sus creencias cambian con rapidez
sin tener mucho respaldo por hacerlo. El
bachiller ya está arto. Ha hecho mucho en
su vida y no recibe nada. No se recibe
lo que se merece siempre, ¿o sí?
Esta
vida sin satisfacción; la fama no dura nunca y a veces nunca se lo puede
obtener; las cosas y riquezas se desgastan y no duran como quisieran estas
personas en esta vida ahogados por los días y por la Eternidad. La esperanza no existe, es un término obsoleta;
sin manera de escapar, prisioneros, esclavos… destinados a morir ahogados por
los días. La religión no es tan salvador
como la gente piensa; la señora al comienzo tal vez es la más ahogada que
todos. Esta incapacidad de estar alrededor
de personas que no caben. El deseo materialista
destroza a la humanidad. La felicidad… imposible
con ella.
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