domingo, 20 de julio de 2014

Trabajo Final: Análisis Postestructuralista

En esta entrada, escribiré un análisis basado en postestructuralismo acerca del cuento "El recién llegado" escrito por César Dávila Andrade.  Para esto, lo primero que hay que hacer es leer el texto y buscar su centro o aparente centro del cuento.  Luego de esto, se debe pensar en la oposición binaria de este centro; de esta forma se puede ver que el mismo texto demuestra ambos lados de esta oposición binaria.  Sin embargo, tengo que ser honesta y decir que este análisis es posiblemente el que más me costó hacer porque fue bastante difícil identificar el centro del cuento.  Con esto dicho, estos eran los posibles “centros” de este cuento:
  • Superioridad
  • Placer
  • Fealdad
  • Belleza
  • Edad
  • Paso del tiempo
  • Infierno
  • Cielo
  • Espíritu hermano vs. Espíritu animal
  • Pobreza
  • Riqueza
  • Sufrimiento
  • Inseguridad
  • Éxito
  • Soledad
  • Vergüenza 

Después de pensarlo bastante, decidí por “superioridad”.  Sin embargo, me parece que todos los temas que escogí se podrían considerar válidos como un centro de este cuento dependiendo de la perspectiva.  No obstante, de acuerdo con el postestructuralismo, no hay una sola manera de interpretar las obras literarias; entonces, esto significaría que en realidad, cualquiera de estos temas se podría considerar como su centro. Por estas razones, me pregunto: ¿no es entonces parecido a fenomenología?

Bueno, para seguir con el análisis, como ya dije antes, voy a usar el tema de “superioridad” como su centro.  Una vez que he establecido esto, lo que necesito hacer es brindar a la luz el tema que completa una oposición binaria.  En este caso, podría ser algo como, “inferioridad”.  Entonces, ahora podemos ver este cuento con el apoyo de dos lentes de perspectiva: “superioridad” vs. “inferioridad”.

Enfocándome en esta oposición binaria y tomando en cuenta lo que dice postestructuralismo, se podría decir que la superioridad y la inferioridad no se existirían si no fuera por el otro; es decir que se dependen entre sí.  En el cuento, se puede ver la inferioridad de los perros y la superioridad de los humanos.  Lo interesante es que hay un personaje que es humano pero que antes era un perro en otra vida (si es que entendí bien).  Cuando era un perro, tenía un dueño que le cuidaba mucho, y ahora que es un humano, básicamente vive en la calle.  Es irónico esto porque se supondría que los perros siempre son inferiores a los humanos, pero me pregunto, ¿realmente es así?  Tal vez, viendo el cuento desde esta perspectiva, se podría considerar que la vida de un humano o su espíritu no necesariamente es superior a la de las demás criaturas del mundo.  

Continuación:

En la primera parte de esta entrada, expliqué como se ve la “superioridad” humana dentro del cuento “El recién llegado”. Es importante acordarse de que la “superioridad” no puede existir sin la “inferioridad”.  Como dijo Álvaro en el comentario abajo, “la "superioridad" humana solo es posible con relación a un "otro" que pueda asumir toda la carga negativa que lo humano destierra y que aleja de sí en esa figura precisamente”.  En otras palabras, la “superioridad” solo es posible cuando tiene con qué compararse; en este caso, se compara con su oposición binaria negativa, “inferioridad”.  Es decir que, si no habría seres “inferiores”, tampoco podría haber seres “superiores”.

Sin embargo, dentro del cuento, también se puede ver esta “superioridad” desde otra perspectiva; más bien, se podría interpretar que los perros son los que son “superiores” a los humanos, lo que implicaría también que los humanos son “inferiores” a los perros.  En este caso, se argumentaría que los perros no son fieles a los humanos y, más bien, se creen “superiores”.

Para dar un ejemplo de cómo se puede ver la “superioridad” de los perros, propongo analizar esta parte del cuento: “Eran tan sabrosas esas moscas de la carne, y de adehala, antes de ser tragadas producían deliciosas comezones a lo largo del paladar.  Sentirlas agonizar entre este y la lengua, era un placer tan delicado que, a veces, se quería aullar agudamente como en el hipócrita pinchazo de un espino”.  Aquí se puede ver la “superioridad” del perro sobre estas moscas de la carne y la forma en la cual disfruta de tener esta “superioridad”.  Aquí, entonces, podríamos ver también la inferioridad de las moscas, la parte negativa que viene con esta oposición binaria.

Otro ejemplo que se puede dar es cuando empieza a describir el zapatero con su “cantadora fealdad”.  Se podría considerar que la fealdad es un aspecto de “inferioridad” en este caso.  Luego y al contrario, describe como un perro camina hacia su casa; esta forma de caminar me parece que está llena de bastante orgullo y, más bien, hace que el perro tenga cierto sentido de “superioridad” a los seres humanos.

Luego, se detalla la diferencia entre el cielo de los seres humanos y el de los perros.  No hay una descripción muy profunda del cielo de los seres humanos.  Sin embargo, esta es la descripción que da para los perros “Los blancos fox-terrier y todos los animales, al morir, pasan a un estado crepuscular cuyo medio interno se halla orlado por nubes de leche materna.  A la hora del renacimiento, esta dulce sustancia, les conduce a un nuevo regazo carnal y, otra vez, a ladrar todo el día […]”.  Como se puede ver, este paraíso para los perros demuestra mucha más importancia y “superioridad” en comparación con el otro.  Hasta la forma en que jueguen los perros se describe como algo “superior”.  Dice: “Él, les enseñó a jugar como juegan los perros, es decir, sin deseo de ganancia, angelicalmente”.

Al final del cuento, si lo interpreto bien, el personaje principal ve a una señorita parecida a la mujer que era su dueño en años anteriores.  A pesar de que tiene un cuerpo humano, se acerca a esta mujer como si fuera perro.  Luego, al ser rechazado por esta mujer, se siente avergonzado y extraña la vida de ser perro, lo que también demuestra la “superioridad” de ser perro y la “inferioridad” de ser humano.



1 comentario:

  1. Pues te va muy bien en tu ensayo posestructuralista Trisha, aunque falta un poco extender lo que sugieres hacia el final, que la "superioridad" lo es solamente desde un determinado anclaje semántico. La superioridad del perro constituye una forma entonces de inferioridad humana, ciertamente, pero más específicamente podríamos decir que lo "humano" en cierta manera, desde por lo menos la consagración de los derechos humanos, constituye un límite para el gozo. Resulta evidente que lo que quiere hacer el protagonista ante la señorita es someterse, humillarse; en otras palabras, voluntariamente ceder su humanidad, de pronto inconveniente. Esa pérdida de dignidad, incomprensible si no somos capaces de conceder la posibilidad de su valor positiva, es lo que el relato postula, desde tu lectura, como algo posible y hasta deseable.
    Creo que la insistencia en lo angelical y divino pasa factura similar, el cielo de los perros parece estar saturado de sentidos sexuales e inconfesables, mientras que el humano de sentidos pedestres y asexuales, Milton lo decía de otra forma: "Better to reign in hell than serve in heaven".

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